A pesar de ello, los Investigadores de la Universidad de Extremadura que han analizado los principales factores de gasto de más de 20 hospitales españoles advierten de que el consumo está por encima de los niveles recomendados
¿Qué factor influye más en el gasto energético de un hospital? ¿Es el Producto Interior Bruto, el tipo de gestión –pública o privada- o las situaciones climatológicas de la zona de España en la que se ubique, la que determina el coste que en términos de energía supone un hospital?
Justamente dar respuesta a este planteamiento ha sido el objetivo de los investigadores de la Universidad de Extremadura: Alfonso González González, Justo García Sanz Calcedo y David Rodríguez Salgado.
En su estudio, titulado “A quantitative analysis of final energy consumption in hospitals in Spain”, y publicado en la revista Sustainable Cities and Society, los científicos han analizado cerca de 20 hospitales con certificación EMAS. Éste es un Reglamento Comunitario de Ecogestión y Ecoauditoría (Eco-Management and Audit Scheme, en inglés) completamente voluntario y cuyo objetivo principal es impulsar el buen comportamiento en lo que en materia ambiental se refiere por parte de las organizaciones.
De los datos recopilados desde el año 2008 al 2014, una de las principales conclusiones a las que llega el grupo de expertos de la UEx es que el contexto hospitalario español ha experimentado una reducción de su gasto energético. Tal y como señala González González “quizás debido al cambio de ciclo económico experimentado en los últimos años, hemos observado que el gasto de 2005 a 2008 ha sido superior al periodo 2009-2014, donde este se ha visto reducido significativamente”.
Sin embargo, el mismo informe apunta que el gasto podría ser inferior al que se está llevando a cabo actualmente. “No hay reglamentos al respecto, que dicten el número de megavatios que debe emplear un hospital. Eso sí. Lo recomendable, en uno con 300 camas es no sobrepasar, en ningún caso, los 40 MWh (megavatios hora año) En España esos valores solemos superarlos”.
Además, según se desprende de las averiguaciones realizadas por este equipo, de todas las variables analizadas es el número de camas el factor directamente vinculado con el gasto energético de un hospital.