Las últimas investigaciones se centran en el estudio de la neurosífilis y su aparición en pacientes asintomáticos. Existe en Extremadura un 9,4 % de los enfermos menores de 30 años que presentan neurosífilis
Cuando en la sociedad moderna del sigo XXI escuchamos la palabra sífilis pensamos en una enfermedad de hace siglos que causó la muerte a miles de personas como ocurrió con la peste o la tuberculosis. Sin embargo, hoy en día esta enfermedad infecciosa de trasmisión sexual sigue muy presente entre la población.
Las enfermedades infecciosas son dolencias producidas por agentes biológicos bien sean bacterias, virus, protozoos u hongos, es decir por microbios. El espectro de patologías clínicas de enfermedades infecciosas es muy amplio, y va desde la muerte fulminante por una sepsis producida por Escherichia coli, por ejemplo, o por una meningitis meningocócica, hasta los molestos y no tratables catarros convencionales de todos los inviernos, producidos por diferentes de virus.
Una de estas enfermedades infecciosas es la sífilis que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, anualmente, unos 5,6 millones de personas contraen esta enfermedad. Es por ello que la «Estrategia mundial de prevención y control de las infecciones de transmisión sexual, 2016-2021», adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud en 2016, y la «Estrategia Mundial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Salud de la Mujer, del Niño y el Adolescente», de 2015, destaca la necesidad de adoptar un conjunto integral de intervenciones esenciales, incluida la información y los servicios de prevención del VIH y otras infecciones de transmisión sexual, entre ellas la sífilis.
¿Qué es la sífilis?
Agustín Muñoz Sanz, profesor titular vinculado de la UEx y Jefe del Servicio de Patología Infecciosa del Hospital Universitario de Badajoz, explica que, “la sífilis es una enfermedad muy antigua, concretamente es una las enfermedades infecciosas llamadas venéreas, es decir, propagadas por contacto sexual, aunque también puede transmitirse de madre a hijo durante el embarazo o el parto. La enfermedad está producida por un tipo de microorganismos llamados treponemas, en concreto el Treponema pallidum subespecie pallidum”.
Tal y como informa la OMS, la sífilis, puede incrementar el riesgo de contraer el VIH (virus del sida), aunque bien es cierto que la sífilis es totalmente curable con los eficaces regímenes de antibióticos.
El investigador aclara que “la sífilis no es una enfermedad nueva, siempre ha estado presente asolando Europa”, de hecho se pueden destacar grandes figuras de la historia que lo han padecido como Cristóbal Colón, Van Gogh, de ahí su demencia final atribuida a la enfermedad, o Hugo Wolf, compositor austriaco de origen esloveno, que vivió durante los años finales del siglo XIX en Viena.
Fue en 1905 cuando Fritz Schaudinn y Erich Hoffmann demostraron el origen de la enfermedad y en 1913 Hideyo Noguchi probó que la presencia de la Treponema pallidum ocasionaba la sífilis. Los primeros registros de la enfermedad datan del siglo XV, según los historiadores la primera epidemia registrada en Europa se originó pocos años después del descubrimiento de América, localizándose los primeros casos en los puertos que más contacto tenían con el Nuevo Mundo.
Vuelve a estar de actualidad
Agustín Muñoz Sanz explica que “hoy en día estamos ante una epidemia de sífilis en el mundo occidental, en el contexto de la infección por el VIH aunque también sin infección viral, sobre todo, pero no únicamente, en el contexto de los colectivos de mayor riesgo como son los homosexuales jóvenes, debido probablemente a que no se ponen las medidas de prevención recomendadas por los organismos de salud pública”.
Muñoz Sanz subraya que el problema fundamental reside en que “en los últimos estudios llevados a cabo se está detectando afectación neurológica, denominada neurosífilis, en algunos pacientes asintomáticos que no conocen que tienen la enfermedad. Concretamente, existe un 9,4 % de los enfermos menores de 30 años que presentan neurosífilis en Extremadura: tienen sífilis con afectación neurológica precoz, temprana. Los análisis que permiten estudiar el líquido cefalorraquídeo a partir de punciones lumbares, han desvelado que la bacteria Treponema pallidum subespecie pallidum llega al sistema nervioso central casi desde el primer minuto, por tanto, supone darle una dimensión a esta enfermedad transcendente y es lo que centra ahora mismo nuestras investigaciones”.
Importancia de la rapidez en el diagnóstico
Los síntomas que presentan la sífilis son muy variados. El Jefe del Servicio de Patología Infecciosa del Hospital Universitario de Badajoz aclara que “varían desde no tener ningún síntoma, que sea un hallazgo de laboratorio, a pacientes que presentan un cuadro típico de sífilis que está muy bien establecido desde hace muchos años”. En este sentido añade Muñoz Sanz, “hay diversos estadios, desde la sífilis primaria, es decir la aparición de una úlcera indolora en cualquier zona donde ha habido un contacto de piel a mucosa o mucosa a mucosa y el ganglio satélite en la zona de drenaje de la lesión inicial. La forma secundaria o secundarismo luético, que aparece al cabo de unos meses se presenta como una gripe, con dolor articular, fiebres, dolor de cabeza y la aparición de unas lesiones en la piel muy típicas que pueden afectar a todo el cuerpo incluidos las palmas de las manos y las plantas de los pies; luego hay un periodo de latencia que puede durar unos años”. Por último, “la enfermedad puede presentarse en una forma terciaria que afecta a cualquier órgano o tejido, fundamentalmente el tejido nervioso central (el cerebro y/o la médula espinal), el sistema cardiovascular y los huesos”.
La penicilina, el tratamiento más antiguo y efectivo contra la sífilis
Tomar las medidas de prevención recomendadas por la Organización Mundial de la Salud a la hora de mantener relaciones sexuales, así como la importancia del diagnóstico precoz, es clave para que la enfermedad no avance y sus consecuencias puedan ser irreversibles.
Aun así, el tratamiento más efectivo para esta dolencia, tal y como explica el investigador es la penicilina. Fue a principios de la década de 1940 cuando se realizaron los primeros ensayos con este antibiótico, convirtiéndose en una pieza esencial para combatir la sífilis.
Contacto: Agustín Muñoz Sanz agus.munozsanz@gmail.com 924218130