Los resultados del estudio también han revelado como las mujeres con fibromialgia físicamente activas muestran un menor impacto de la enfermedad

La fibromialgia afecta entorno a un 2% de la población, sobre todo a mujeres, y se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado. Pero, además del dolor, la fibromialgia ocasiona muchos otros síntomas, como cansancio, trastornos del sueño y hasta ansiedad o depresión. También son muy frecuentes los problemas cognitivos (problemas de memoria o de la función ejecutiva).

En los últimos años se ha podido comprobar como aquellas personas que padecen esta enfermedad sufren cambios morfológicos en estructuras cerebrales importantes para la función ejecutiva en comparación con personas sanas. De la misma forma, se ha constatado que la actividad física tiene efectos positivos en la cognición.

El Grupo de Investigación de la Universidad de Extremadura Actividad Física Calidad de vida y Salud (AFYCAV) ha estudiado el impacto de la actividad física en la actividad cerebral en mujeres que padecen fibromialgia.

Los resultados del estudio han revelado que aquellas mujeres que padecen esta enfermedad y cumplen con la recomendación de actividad física de la Organización Mundial de la Salud (OMS), orientada a 150-300 minutos de intensidad moderada, o 75-150 minutos de actividad física de intensidad vigorosa, sufren un menor impacto de esta dolencia y protegen la salud cerebral.

Según explica Santos Villafaina, investigador principal del estudio, “los resultados han mostrado que ambos grupos diferían significativamente en el impacto de la enfermedad. Así, las mujeres físicamente activas mostraban una mejor condición cardiorrespiratoria, tenían un mayor rendimiento en el test de colores, es decir, una mejor función ejecutiva y también una mayor activación eléctrica cerebral que se correlacionaba con el rendimiento en la prueba”.

Además, los resultados también han hallado diferencias significativas entre el volumen de las estructuras cerebrales entre las mujeres físicamente activas y las no activas. “Las mujeres con fibromialgia que eran activas tenían un mayor volumen de la materia gris, es decir, de conexiones neuronales, que aquellas que no eran activas”, concluye el investigador.

Para llevar a cabo la investigación un total de 31 mujeres completaron el test de prueba de palabras y colores conocido como STROOP. Esta prueba consiste en indicar una serie de nombres de colores escritos en una tonalidad diferente a la que designan y permite medir la atención, las funciones ejecutivas y el control inhibitorio de la conducta.  Asimismo, las mujeres participantes en el estudio se sometieron a una prueba de resonancia magnética cerebral, así como a distintas evaluaciones de la condición física cardiorrespiratoria y de nivel de actividad física.

Función ejecutiva

La función ejecutiva es sumamente importante, pues permite la toma de decisiones, la elaboración de planes, la adaptación a los cambios en el entorno, la solución de problemas, el autocontrol y la regulación. Algunas funciones ejecutivas se clasifican como básicas, mientras que otras se derivan de las primeras. Entre las funciones ejecutivas básicas se encuentran la flexibilidad cognitiva, la inhibición de la respuesta y la memoria de trabajo, y ellas a su vez controlan otras funciones ejecutivas como la planificación y la organización.

Villafaina, S., Leon-Llamas, J. L., Murillo-Garcia, A., & Gusi, N. (2022). Impact of being physically active on the brain electrocortical activity, brain volumetry and performance in the Stroop color and word test in women with fibromyalgia. Scientific Reports, 12(1), 1-14.