Esta técnica fosfoproteómica aplicada en la investigación con espermatozoides podría ser útil parar conocer posibles causas que expliquen algunos de los casos de infertilidad masculina
En los últimos años y por causas diversas han aumentado los problemas de fertilidad. De hecho, la tasa de infertilidad, definida como la incapacidad para conseguir un embarazo tras un año de exposición regular al coito sin protección, se sitúa entre el 15% y el 17% de la población en España, apareciendo aproximadamente 16.000 nuevos casos cada año. Además, se calcula que 1 de cada 15 hombres en edad reproductiva es infértil y, a pesar de los avances en el campo de la reproducción, en muchos de los casos la causa de infertilidad por factor masculino se desconoce.
Actualmente la única herramienta diagnóstica de la infertilidad masculina aceptada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el análisis básico del semen o espermiograma. Este método comprende la determinación de parámetros como el volumen de semen, el pH, el recuento de espermatozoides, la motilidad y la morfología espermática, aunque hay que tener en cuenta que este test tiene un limitado valor pronóstico.
Por ello, el Grupo de Investigación en Señalización Intracelular y Tecnología de la Reproducción (SINTREP) está llevando a cabo estudios centrados en la búsqueda de una característica o conjunto de características medibles en las muestras de semen que den información sobre la calidad de dicha muestra y sobre su capacidad para dar lugar a un embarazo evolutivo. Para ello, y según explica Rebeca Serrano Pérez, miembro del grupo, “consideramos las tecnologías “ómicas” como la fosfoproteómica una poderosa técnica para comprender los mecanismos que regulan funciones espermáticas fundamentales y nos permite ser eficaces para realizar un diagnóstico de infertilidad masculina más acertado”
Esta herramienta, la fosfoproteómica, permite determinar y comparar perfiles de fosfoproteínas (el estado fosforilado de todas las proteínas) entre dos condiciones biológicas diferentes. Aplicado en el campo de la clínica reproductiva, la puesta a punto de esta técnica permitiría comparar el perfil fosfoproteico que muestran espermatozoides que no consiguen un embarazo con el patrón de fosforilación establecido que presentan espermatozoides de individuos fértiles.
Los resultados del estudio han demostrado que aquellas muestras de espermatozoides que tienen una motilidad menor y, por tanto, tienen peor pronóstico reproductivo tienen un patrón de fosforilación de proteínas diferente al que tienen aquellos que presentan mejor motilidad.
En el estudio, afirma Rebeca Serrano, “destaca el papel de la fosforilación de proteínas espermáticas en la motilidad y, en consecuencia, en la calidad espermática”. En este sentido la autora de la investigación explica que, “los espermatozoides son unas de las células más especializadas y las únicas que realizan su función fuera del organismo en el que se diferenciaron. En su objetivo de lograr fecundar al óvulo, el espermatozoide necesita la adquisición de la motilidad adecuada. Este proceso depende en gran medida del patrón de fosforilación/desfosforilación que presenten sus proteínas, porque éstas determinarán los cambios funcionales que conducen a una menor o mayor competencia reproductiva en los espermatozoides afectados”.
Referencia bibliográfica
Serrano R, García-Marín LJ, Bragado MJ. Sperm Phosphoproteome: Unraveling Male Infertility. Biology (Basel). 2022 Apr 25;11(5):659. doi: 10.3390/biology11050659. PMID: 35625387; PMCID: PMC9137924.
Martin-Hidalgo D, Serrano R, Zaragoza C, García-Marín LJ, Bragado MJ. Human sperm phosphoproteome reveals differential phosphoprotein signatures that regulate human sperm motility. J Proteomics. 2020 Mar 20;215:103654. doi: 10.1016/j.jprot.2020.103654. Epub 2020 Jan 20. PMID: 31972345.
