Elena Felipe impartió, ayer, en El Corte Inglés de Badajoz, la conferencia titulada “Acoso escolar: perfiles y factores asociados". En su intervención, la experta, indicó que en Extremadura, según los estudios realizados por el Grupo de Investigación en Psicología Educativa, Social y de la Personalidad de la UEx, la forma de acoso más habitual es la agresión verbal.
“Los insultos o motes suelen ser la manifestación más frecuente de violencia que sufre la víctima en casi el 30 % de los casos que hemos analizado. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones este tipo de agresiones se produce cuando no hay adultos delante. Por eso, es preciso que sobre todo el ámbito familiar esté atento a cualquier cambio de comportamiento en el niño que pueda ser indicativo de que está sufriendo”. Así lo indicó la profesora de la UEx en su exposición quien recordó “que la víctima también puede ayudar a detectar que se está produciendo un abuso entre iguales”.
No obstante, Felipe indicó, durante su alocución, la necesidad de diferenciar, en primer lugar, cuando se produce acoso escolar o más bien se está ante un conflicto puntual de convivencia. “No se puede considerar acoso una discusión puntual de dos chicos. Estaremos ante una agresión cuando exista una conducta de persecución física y/o psicológica. Esta acción negativa es intencionada, se mantiene en el tiempo y hay un desequilibrio de poder entre víctima y agresor/a”.
Según la experta, además, este abuso es un fenómeno que como norma general se lleva a cabo en grupo y no de forma individual. Generalmente en la situación de acoso escolar están implicadas varias personas. “Está la figura de los agresores que son los que toman la iniciativa y cometen el maltrato pero también hay quienes adquieren el rol de observadores que, pueden o no participar directamente, pero que asumen distintos papeles, se unen al agresor, no intervienen, defienden a la víctima, no saben qué hacer, temen que le pase lo mismo” explicó la experta.
Detección precoz e innovación en el aula
Por ello, aunque se trata de un tema complejo, para Felipe la mejor prevención es la detección precoz, y “cuanto antes”. Es cierto que a día de hoy existen numerosos programas de intervención que se están llevando a cabo en las escuelas y las aulas para prevenir e intervenir. Estos programas se sustentan en la intervención a tres niveles: centro educativo, aula e individuo. Sin embargo, según los expertos para mejorar la convivencia y prevenir la violencia desde la escuela es imprescindible incorporar innovaciones educativas.
“Nos inclinamos por metodologías de enfoque socio-afectivo y de estilo cooperativo. La interacción entre iguales y en concreto, una dinámica socio-afectiva positiva en el aula, puede desempeñar un importante papel afectando no solo a los procesos de socialización, sino también los procesos de desarrollo cognitivo, afectivo y emocional”. Todo ello unido a la colaboración con las familias es la mejor forma de prevenir.
En este sentido ha sentenciado la profesora que “lo que no es eficaz es pensar que son cosas de niños y no intervenir, dejarlo pasar, pues se une el sufrimiento de la víctima por el acoso que está sufriendo al hecho de no sentirse atendido”.