Es la principal conclusión de un estudio llevado cabo en la UEx, que trata de dar pautas a los entrenadores de fútbol, para conseguir un mayor rendimiento deportivo.
Cuando los jugadores creen en sus capacidades y confía en sus acciones, las posibilidades de obtener un mayor rendimiento aumentan de manera considerable. En los deportes en equipo, donde la interdependencia es muy alta, no sólo es importante la autoeficacia o la confianza de cada jugador, sino la confianza en las capacidades del grupo, que pueden llegar incluso a ser más relevantes que las fortalezas individuales.
Por ello desde la Universidad de Extremadura, y dentro del Grupo de investigación Análisis Didáctico y Comportamental del Deporte, de la Facultad de Ciencias del Deporte, Francisco Miguel Leo y Tomás García-Calvo codirigen la Tesis Doctoral de Inmaculada González-Ponce que trata de conocer que ocurre a nivel interno en los equipos de fútbol profesionales, con el objetivo, de optimizar a través del entrenador los procesos grupales, y conseguir así, un mayor rendimiento en los partidos.
Francisco Miguel Leo, coautor de uno de los estudios extraídos de esta tesis doctoral y profesor de la UEx, nos explica que “los resultados de los análisis realizados, revelaron que las percepciones sobre aspectos grupales dentro de los equipos como son los conflictos y la cohesión grupal pueden predecir cambios a nivel de eficacia colectiva. Por el contrario, las percepciones individuales dentro del grupo, como la ambigüedad de rol y el conflicto de rol, no son definitivos a la hora de aumentar la confianza de un equipo”.
Para el investigador, los aspectos individuales no tienen suficiente peso a la hora de aumentar el grado de confianza y por tanto una mayor eficacia en el equipo, sin embargo son otros aspectos denominados grupales, como es la evitación de conflictos en el grupo y fomentar una mayor cohesión entre los jugadores del equipo, los que permiten conseguir mayores logros dentro de un equipo. Francisco Miguel Leo afirma que “al final lo importante es que el entrenador se centre en el grupo general y no en aspectos individuales, pues desde nuestro punto de vista, se consigue un mayor rendimiento por parte del equipo cuando este se mantiene unido, y se consigue que los conflictos de equipo sean los menos posibles”.
Para realizar el estudio, los investigadores se basaron en el análisis de cuatro variables fundamentales, dos de ellas individuales, la ambigüedad de rol, que se define como la falta de información clara respecto a las funciones a desarrollar, y el conflicto de rol que se refiere a las información contradictoria sobre las funciones a desempeñar a nivel individual, y por otro lado dos variables colectivas, los conflictos grupales que existen en el equipo, y la cohesión de equipo, para saber cómo la interacción de estas variables puede fluctuar durante una temporada de futbol y cómo puede afectar a la eficacia colectiva de los jugadores. Concretamente este análisis se hizo en tres momentos, a comienzo, a mediados y a final de la temporada de futbol.
La investigación, ha contado a la hora de analizar los procesos grupales, con una muestra de jugadores profesionales de fútbol masculino y femenino, concretamente a nivel femenino, jugadoras de equipos en primera división, y a nivel masculino, jugadores de equipo de segunda división B grupo IV, en total fueron 581 jugadores los que participaron en la primera fase del estudio, 549 en la segunda, y 576 en la tercera.
La importancia del estudio reside en hecho, nos aclara Francisco Miguel en que, “si sabemos que elemento pueden favorecer la confianza de un jugador a la hora de desarrollar las tareas del partido podemos ayudar a los entrenadores a saber sobre qué aspectos puede incidir para que su equipo mejore su rendimiento”. Para el profesor, “al final, lo que conseguimos con esta investigación es saber qué aspectos individuales, como la ambigüedad y el conflicto con el rol a desarrollar, no son tan relevantes, como los conflictos a nivel de grupo y la cohesión del equipo, es decir que en mayor medida los equipos que tenían mayor cohesión y menores conflictos consiguen una mayor eficacia”.