En 2014, la prevalencia estimada de la enfermedad de Párkinson para Extremadura es de 220,72 por cada 100 000 habitantes, es decir, alrededor de unos 2.500 enfermos en total
Hoy, en el día mundial del Párkinson, y con ocasión del encuentro del Foro Social CIBERNED 2016, se ha presentado el primer estudio epidemiológico detallado y por áreas de salud de esta enfermedad en Extremadura. La investigación ha sido una iniciativa del Grupo PARK, ubicado en el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Extremadura en Cáceres e integrado en el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERNED) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Centro de referencia Internacional para este tipo de patologías. El trabajo se ha presentado en forma de Tesis Doctoral realizada por Aurora Alvarado, bajo la dirección de los investigadores de la UEx, José Manuel Fuentes y Rosa Ana González, y del neurólogo Ignacio Casado, Jefe de la Sección de Neurología del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres.
La enfermedad de Párkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente tras el Alzheimer. Esta patología tiene un origen multifactorial, aunque con una acusada interacción entre factores genéticos y medioambientales. A pesar de los avances realizados en el conocimiento de la enfermedad, hoy en día el diagnóstico de la enfermedad del Párkinson es todavía básicamente clínico. Es decir, no existe un marcador biológico que permita predecir o asegurar si una persona desarrollará o está ya afectado por la enfermedad.
Por este motivo, el estudio se ha llevado cabo mediante el análisis de los datos de prescripción de fármacos antiparkinsonianos a través de la receta del SES. “La gravedad de la enfermedad del Párkinson hace difícil el consumo arbitrario y no controlado de estos fármacos. Por tanto, los envases dispensados sin receta representan un porcentaje muy pequeño y, dado que el sistema público acoge a un 96% de la población, es esperable que las diferencias entre lo hallado y lo real sean mínimas”, ha explicado el investigador José Manuel Fuentes.
Se trata pues de un estudio farmacoepidemiológico observacional que comprende los años 2012, 2013 y 2014. De acuerdo con los datos de 2014, la prevalencia estimada para Extremadura es de 220,72 por cada 100.000 habitantes, es decir, alrededor de unos 2.500 enfermos en total. “Esta cifra es ligeramente superior a la media española y europea. Asimismo, destaca que no existen diferencias significativas entre hombres y mujeres, aunque sí por grupos de edad, como era previsible, la mayoría de los casos diagnosticados afectan a personas por encima de los 70 años”, ha apuntado Fuentes.
Por Áreas de Salud, las mayores prevalencias se corresponden respectivamente con Don Benito-Villanueva (288 por cada 100.000 habitantes) y Navalmoral de la Mata (281 por cada 100 000 habitantes) y las menores las Áreas de Salud de Llerena (188/100.000 habitantes) y Cáceres (178/100.000 habitantes). Desde el punto de vista económico, el costo del tratamiento farmacológico de la enfermedad de estima en algo más de 5 millones de euros en 2014.
“El estudio de estas enfermedades neurodegenerativas debería ser un área prioritaria de investigación teniendo en cuenta que nuestra sociedad está envejeciendo y que, por tanto, en el futuro estas enfermedades tendrán aún mayor prevalencia. La investigación debería ir centrada en anticipar el diagnóstico de la enfermedad del Párkinson y en identificar la etiología, lo que va a permitir desarrollar dianas sobre las cuales vamos a poder aplicar tratamientos farmacológicos que retrasen y cronifiquen las etapas iniciales de la enfermedad”, ha subrayado José Manuel Fuentes.