Del élfico al dothraki. La investigadora Leticia Gándara analiza en su tesis doctoral, recientemente defendida en la Facultad de Filosofía y Letras de la UEx, algunas de las principales lenguas inventadas para la literatura y el cine desde mediados del siglo XX hasta la actualidad
En la tesis doctoral de Leticia Gándara es posible encontrar historias de dragones, orcos, enanos, elfos y otras criaturas singulares. Y es que la temática de su trabajo, lejos de ser algo ajeno a la ciencia, o que pudiera ser calificado de fantasioso, recoge diversas obras literarias y cinematográficas desde mediados del siglo XX a la actualidad, como Juego de tronos, Harry Potter, El Hobbit, El Señor de los Anillos o Star Trek.
Con esta recopilación de historias fantásticas, con la que ha obtenido el Premio Extraordinario de Doctorado, su objetivo no ha sido otro que realizar un análisis lingüístico de estas obras y mostrar la importancia que tienen las lenguas en los argumentos de ficción dentro del contexto audiovisual y literario.
De cada una de estas lenguas, tales como el pársel, el na´vi, el dothraki, etc., la autora ha realizado un estudio de sus principales rasgos fonéticos, morfosintácticos y léxicos. Explicado de otra manera. Gándara Fernández ha estudiado el sonido y la forma de estas lenguas, para así determinar, como ella misma explica, qué procedimiento o criterio lingüístico subyace en cada diseño de ficción.
En este sentido, una de las grandes aportaciones realizadas por Gándara Fernández es establecer una clara diferenciación entre Tolkien y el resto de los creadores de estas lenguas imaginarias.
“En la mayoría de las creaciones, existe mayor preocupación por el aspecto artístico y por asociar la lengua a una determinada cultura de ficción que por el propio proceso de creación de la misma. Lo que verdaderamente diferencia a Tolkien es que él las diseña con una motivación puramente lingüística, más que artística”.
Así lo explica Gándara Fernández. La autora llega a la conclusión de que este filólogo, autor de El Señor de los Anillos, concibe realmente esta obra como un pretexto para dar cobijo a sus lenguas inventadas. “Tolkien escribe El Señor de los Anillos para dar un hogar a las lenguas que creaba; sobre todo, porque la invención de lenguas no estaba bien vista en el ámbito académico. Precisamente, por eso, fue un arte que siempre cultivó en secreto. Tan solo en dos ocasiones trató este tema en público. Una de ellas se encuentra recogida en el ensayo Un vicio secreto”.
Además, los estudios de este británico, según la autora de esta tesis doctoral titulada “El imaginario lingüístico en la literatura y el cine. Del élfico al dothraki”, influyen de manera importante en los diseños lingüísticos posteriores. Su trabajo también le ha permitido observar que las lenguas son un diseño consciente de los autores, que nace del estudio y la pasión por las lenguas naturales.
Todas estas contribuciones suponen una gran aportación en un ámbito donde existía un gran vacío bibliográfico. Se trata de un asunto importante porque estas lenguas juegan un papel fundamental como parte del argumento en obras de ficción, tanto literarias como audiovisuales. Son verdaderos laboratorios de experimentación mental.
“Muchas de las lenguas explotan al máximo los límites y las posibilidades de las lenguas humanas. Esto conlleva que no solo sean dignas de estudio por su singularidad y rareza, sino también por las ventajas que ofrecen para estudiar y comprender nuestras lenguas”, ha subrayado la autora.
Este trabajo recibió la calificación de sobresaliente Cum Laude y ha sido realizado bajo la dirección de la Catedrática de Lingüística de la Universidad de Extremadura, Carmen Galán. La tesis ha sido un resultado importante del proyecto nacional “En los límites del lenguaje: Diseños artificiales y ficciones comunicativas (ARTYFICTIO)”.