Javier Pérez González en su libro Resarcir a Eva. Historias sobre evolución reflexiona sobre los desafíos medioambientales a los que se enfrenta la humanidad mediante una introspectiva en la historia de la evolución humana.
El cambio evolutivo, la mutación, la selección natural, el sexo y otras facetas apasionantes de la evolución humana aparecen reflejadas y explicadas en este primer libro divulgativo de Javier Pérez González, profesor del Departamento de Anatomía, Biología celular y Zoología en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura.
La historia de la evolución humana es compleja, y para comprender su impacto Pérez González explica las fuerzas que han ido modelando nuestra especie, “fenómenos y procesos que pueden explicar nuestras emociones y las motivaciones de nuestros comportamientos”. La pugna y equilibrio entre el egoísmo y la colaboración, el cambio climático, así como la elección de pareja han sido determinantes en nuestra evolución. Pero Resarcir a Eva. Historias sobre evolución no es solo un libro de divulgación científica, también invita a reflexionar muy especialmente sobre el papel de la mujer en la respuesta de la sociedad a los desafíos medioambientales futuros. La toma de puestos de responsabilidad por la madre trabajadora podría cambiar el sentido de las grandes decisiones que determinarán el futuro de la especie.
Este libro es el primero de la nueva colección Transferencia sobre ciencia del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura. La obra intercala relatos cortos ficticios que introducen los tres temas básicos que aborda el autor: la evolución biológica, la evolución humana, evolución y cultura. Un libro entretenido, divulgativo y de fácil lectura al alcance de todos, también de los jóvenes no universitarios.
En su libro llama a la reflexión sobre nuestro pasado, presente y futuro. Señala que debemos prepararnos ante un futuro incierto donde el papel de la mujer puede ser determinante, ¿en qué sentido?
Resarcir a Eva. Historias sobre evolución es sobre todo una obra de divulgación científica que aborda la evolución humana y que llega a unas conclusiones interesantes que he intentado destacar al final del libro tras analizar nuestra historia evolutiva. Mi reflexión destaca que ser útil apoyar el feminismo y los movimientos que tratan de romper el techo de cristal para prepararnos para el fututo. Esta conclusión se alcanza después de analizar procesos evolutivos tan importantes como la selección sexual.
Todos los seres vivos que se reproducen sexualmente tienen una madre y un padre. A pesar de que los hijos son tanto de la madre como del padre, las madres suelen invertir más en el cuidado de los hijos. Esta diferencia en inversión entre madres y padres se traduce al final en dos tipos de estrategias: estrategia de hembra y de macho. La estrategia de hembra se centra en cuidar y favorecer que los hijos sobrevivan y se reproduzcan en un futuro. Mientras que la estrategia tipo macho va dirigida a tener el mayor número posible de descendientes sin importar mucho si sobreviven o no, y tener muchos descendientes implica competir con otros machos.
Cuidar y competir son dos estrategias que forman parte de la historia evolutiva de los animales que se reproducen sexualmente. La primera asociada principalmente al componente femenino de las especies, la segunda a la parte masculina. La evolución humana es muy particular y la cultura tiene una gran influencia, pero en nuestra especie siempre ha existido, y aún existe, un componente femenino y un componente masculino. Esto lo quiero resaltar y recordar en el presente, cómo funciona el mundo y, sobre todo, los grandes retos ecológicos a los que nos enfrentamos. Abordar si es conveniente que las grandes decisiones que afectan a nuestro futuro sean tomadas principalmente por hombres. Por ello, planteo la posibilidad de resarcir a Eva, a modo de metáfora.
Según esta premisa, ¿en el ámbito competitivo las mujeres sacrifican la estrategia de cuidar?
Las hembras tienen llamémosle una serie de “castigos”, la gestación, el parto doloroso, la lactancia, resultados todos ellos del proceso evolutivo. Estos costes suponen a las mujeres una desventaja en un mundo competitivo, y pueden dificultar que las madres lleguen a puestos de responsabilidad. Sin embargo, lo que planteo en este libro es que para afrontar los grandes retos ecológicos globales podría ser necesario precisamente seguir promoviendo el acceso de la mujer a puestos de responsabilidad, que puedan llegar, de la misma manera que los hombres, a tomar las decisiones que determinen nuestro futuro. Quizá no podamos prescindir de la opinión de la mitad de la población, de la mitad de nuestra historia evolutiva.
¿El cambio climático ha tenido mucha influencia en nuestra historia evolutiva?
Sí, efectivamente el cambio climático ha sido decisivo en nuestra historia evolutiva. Hace ya varios millones de años se produjo un gran cambio climático que hizo desaparecer las selvas de gran de parte de África, el hábitat cambió y las poblaciones de los primeros humanos tuvieron que adaptarse a esas circunstancias, viviendo siempre en unas condiciones muy extremas. Y gracias a esas condiciones somos como somos, primates muy raros con unas características únicas que son consecuencia de esa vivencia en ambientes extremos. Ahora nos enfrentamos a otros desafíos, pero ya no somos una especie marginal, todo lo contrario, somos una especie tan abundante que incluso estamos provocando grandes efectos en el planeta. En cuanto a qué cambios puede haber en nuestra historia evolutiva debido a este cambio climático actual es difícil de predecir, seguimos evolucionando, pero ahora más lentamente sobre todo en los países occidentales. Con el desarrollo económico y social el proceso evolutivo se ha detenido en buena medida, aunque no completamente. La tecnología y la cultura nos ayudarán a sobrellevar los retos ecológicos, sin lugar a duda. Sin embargo, debemos prepararnos porque tendremos que tomar decisiones trascendentales.
En su libro explica diferentes teorías evolutivas, ¿cuáles han sido determinantes?
Por ejemplo, en diferentes partes de la obra, hago referencia a la dicotomía egoísmo-colaboración. Se podría decir que la evolución no es más que un proceso egoísta. Sin embargo, en determinadas circunstancias, la colaboración puede favorecer la supervivencia de los individuos y del grupo. Qué parte de esta dicotomía egoísmo-colaboración domina en una población depende de las presiones selectivas. En buena parte de nuestra historia evolutiva tan particular, con sociedades complejas, la cooperación ha sido imprescindible para la supervivencia. Pero el egoísmo ha estado ahí, dominando en mayor o menor medida el comportamiento de los individuos. Esta dicotomía entre egoísmo y colaboración ha estado presente en nuestra historia evolutiva y en nuestra cultura cuando hablamos, por ejemplo, del bien y del mal.
La selección sexual ha jugado un papel esencial en la evolución, esto era otra de las cuestiones que le interesaba divulgar
En nuestra evolución ha sido muy importante la llamada selección intersexual. Hay dos tipos de selección sexual, la intrasexual que es por competencia directa, por ejemplo, entre machos por el acceso a las hembras, y la selección intersexual o elección de pareja. Somos primates, pero nos diferenciamos de nuestros parientes, entre otras cosas, en que tenemos colmillos muy pequeños. Esto evidencia que, en nuestro caso, la competencia entre machos no es muy fuerte y sí lo es la selección intersexual donde intervienen muchos caracteres en la elección de pareja tanto en hombres como en mujeres. Nuestras facciones, la forma de nuestro cuerpo, nuestra personalidad o nuestra reputación han sido criterios utilizados en la elección de nuestras parejas. La inteligencia ha sido también una característica común en los criterios de elección en hombres y mujeres. El hecho de ser inteligente constituye un carácter atractivo, las personas con rasgos de inteligencia se reproducen más y pasan sus genes. Probablemente la selección sexual es la fuerza evolutiva que más cosas explique de las particularidades de nuestra especie.
¿Por qué recomendaría leer su libro?
Creo que podemos aprender de las presiones selectivas y los cambios que ha experimentado el ser humano a lo largo de su historia evolutiva. Cambios que han originado una serie de características que nos definen como especie. Reflexionar sobre nuestra evolución nos puede servir para conocer nuestro pasado, entender nuestro presente y prepararnos para el futuro. Creo también que al lector le sorprenderá el uso de relatos cortos que sirven de hilo conductor y que amenizan la lectura. La desgracia de Vitorio, la traición de Koi o el amor de Marbili ilustran un libro de divulgación científica que pretende incitar a la reflexión.