El estudio, además, ha permitido encontrar similitudes entre los sistemas de información utilizados durante el conflicto y los que conocemos en la actualidad.
La investigación se ha desarrollado en el marco teórico de la tesis “Tomar lenguas” sistemas de información y propaganda en una ciudad asediada. Badajoz, 1658”, de Carlos María Sánchez Rubio, dirigida por Felipe Zapico Alonso. El asedio a Badajoz por los portugueses en 1658, ocurre en el contexto histórico de la Guerra de Restauración que culminó en 1668 con la firma del Tratado de Lisboa y la separación definitiva entre los reinos de España y de Portugal. El estudio ha confirmado las similitudes entre ambos modelos informativos debido a que en el marco temporal del asedio, elaboran y difunden la información, tal y como ocurre en los sistemas de información en la actualidad.
Esta investigación ha logrado localizar información inédita de ambos bandos. Hasta este momento se conocía con mayor profundidad el papel de los españoles en el asedio, pero ahora se sabe más acerca de la visión portuguesa. Gracias a una búsqueda realizada en el archivo de la Torre do Tombo, en Portugal, se han localizado cartas, informes y relatos que complementan la información ya existente. Además, el investigador ha consultado al archivo de Simancas, donde ha encontrado nuevas fuentes de las que no había constancia hasta ahora.
En el asedio de 1658, los portugueses llevaron a cabo un bloqueo informativo físico de la ciudad de Badajoz durante cuatro meses, es decir, intentaban que los españoles no pudieran recibir ni enviar información. Esta no era la única consecuencia, con el bloqueo la ciudad tampoco podría recibir suministros. Pero lo más importante era que la falta de información podría causar graves estragos en las circunstancias de Badajoz. ”El bloqueo informativo podía derivar en la rendición de la ciudad”, explica el autor de la tesis.
Durante la campaña se crearon dos sistemas de información: el primero a nivel local, uno por parte de los defensores, y otro por parte de los portugueses que asediaban la ciudad. Ambos recopilaban información sobre la situación, la analizaban, la elaboraban y tomaban una serie de decisiones. Por otro lado, tenían un sistema de información a nivel nacional, situados uno en Madrid y otro en Lisboa, con los que se comunicaban los sistemas locales. Cada respectivo país recibía y enviaba información a su bando, aunque no podemos olvidar la desventaja de los españoles ante el bloqueo físico que sufrían.
Entre los hallazgos sobre el bando portugués han podido estudiar por primera vez el empleo de las efemérides lunares a la hora de lanzar sus acciones. En concreto, los portugueses utilizaban la fase lunar de cuarto menguante. En esta fase, la luna sale por el horizonte a medianoche, por lo que la primera parte de la noche no contaba con luz, y los españoles no podían divisar los preparativos de los ataques de los portugueses. También aprovechaban esta situación para construir baterías de cañones, y que así los españoles no supieran qué estaban llevando a cabo.
Entre las novedades descubiertas, han podido constatar que los portugueses utilizaron los planos producidos durante el asedio como propaganda a nivel europeo. Con ello, buscaban demostrar que eran capaces de atacar a los españoles en su propio territorio y vencer.
Con la tesis Carlos Sánchez ha confirmado que, a pesar de las carencias y dificultades de la época, se consiguieron desarrollar auténticos sistemas de información. “Obtenían información a través de la observación directa, de los prisioneros, los traidores y las cartas. Una vez conseguido cualquier dato de relevancia, elaboraban y difundían la información” asegura el investigador. De esta manera, el sistema de información utilizado en el siglo XVII cumple con las características de los sistemas actuales.